La sentencia de este jueves del Tribunal de Justicia en
el asunto Dun & Bradstreet Austria, C-203/22,
EU:C:2025:117, complementa en buena medida su sentencia en el SCHUFA Holding
(Scoring), C-634/21, EU:C:2023:957, en relación con el artículo 22 RGPD, que,
prohíbe las decisiones basadas únicamente en el tratamiento automatizado de
datos personales, incluida la elaboración de perfiles, que produzcan efectos
jurídicos en el interesado, sin perjuicio de ciertas excepciones. Entre éstas
se encuentra el que la decisión sea necesaria para la celebración o la
ejecución de un contrato entre el interesado y un responsable del tratamiento;
o que la decisión se basa en el consentimiento explícito del interesado.
Respecto estas situaciones atribuye al interesado, entre otros, el derecho a
expresar su punto de vista sobre la decisión e impugnarla. En la mencionada sentencia
SCHUFA Holding (Scoring) el Tribunal estableció la necesidad de una
interpretación amplia del concepto de “decisión automatizada” a los efectos del
artículo 22 RGPD, para hacer
frente a los riesgos específicos que tales decisiones generan en relación con
potenciales efectos discriminatorios en las personas físicas, en el contexto de
la expansión de herramientas de inteligencia artificial (IA). Además, puso de
relieve la importancia, cuando existen decisiones automatizadas, del derecho de
acceso del interesado a “información significativa sobre la lógica aplicada,
así como la importancia y las consecuencias previstas de dicho tratamiento para
el interesado”, conforme a lo dispuesto en el artículo 15.1.h) RGPD. La nueva
sentencia aporta presiones acerca de cómo debe interpretarse el concepto “información
significativa sobre la lógica aplicada” -que figura también en los arts. 13 y
14 RGPD relativos a la información a facilitar a los interesados en la obtención
de datos-, así como en relación con el tratamiento de las situaciones en las
que el responsable del tratamiento considera que esa información puede incluir
secretos comerciales, objeto de tutela conforme a la Directiva (UE) 2016/943, o
datos de terceros protegidos por el RGPD. En relación con supuestos habituales
de empleo de herramientas de IA en actividades de importancia para la vida de
las personas físicas -como las que están condicionadas por la evaluación previa
de su solvencia-, la sentencia resulta de interés para determinar el alcance de
los derechos de tales personas, así como de ciertas obligaciones inherentes al
empleo por los responsables del tratamiento de datos personales de ese tipo de
herramientas.